COCHINILLO SEGOVIANO


ANTES DE HORNEAR

Compramos en la carnicería 1 cochinillo segoviano de entre 4,5 kilos y 5,5 kilos aproximadamente. Que  os lo den limpio y abierto por la mitad, desde la cabeza hasta el rabo. Si el horno no es muy grande se puede comprar medio cochinillo y que os lo den cortado en cuatro pedazos porque es más fácil ponerlo en el horno. También lo podéis comprar en alguna gran superficie medio preparado para meter al horno. Pero yo os aconsejo la opción de vuestro carnicero de confianza.

Pelamos los dientes de ajo y  machacamos el ajo hasta que quede como una pasta y mezclar con la manteca de cerdo y la sal gorda. La manteca se puede derretir en el microondas, a baja potencia y tiempo para controlar que se derrita sin degradación.

Precalentamos el horno a 150º durante una hora y mientras pinchamos la piel y la cabeza con una aguja o tenedor, Salamos el cochinillo y vamos untandolo con una brocha de silicona por dentro (toda la parte de las costillas) con la mezcla preparada anteriormente y lo colocamos en la parrilla del horno. La parte de la piel debe quedar hacia arriba.

Es muy importante pincharlo para que no se formen bolsas de aire y la piel quede bien crujiente.

Debajo de la parrilla del horno ponemos una bandeja o fuente de horno. Añadimos a la bandeja o fuente un vaso de vino blanco y las hojas de laurel en la parte de abajo. Se puede poner todo en la misma cazuela pero para ello debemos colocar el cochinilla sobre algún soporte para que el propio cochinillo no esté en contacto con el líquido. Son los vapores los encargados de ir cociendo el cochinillo por dentro. Si mojan la piel esta dejaría de estar crujiente.


HORNEADO DEL COCHINILLO SEGOVIANO

Metemos el cochinillo al horno a 150 º C en la parte central con temperatura arriba y abajo durante una hora aproximadamente, Dejamos el cochinillo en el horno sin darle la vuelta durante una media hora más con la misma temperatura. Si vemos que la fuente o bandeja se queda sin agua durante el horneado tenemos que añadir una poquita más, pues el cochinillo necesita esa humedad para hacerse bien.

Para conseguir ese crujiente y doradito genial de la piel de cochinillo subimos el horno a 190º durante otros 15-20 minutos. En total el cochinillo debe estar en el horno casi 2 horas.

Retiramos del horno. Troceamos el cochinillo y pasamos el jugo de la fuente a una salsera. La salsa es para mojar con un buen pan castellano o para mezclar con la carne. No se la echéis a la piel crujiente que tanto nos ha costado conseguir puesto que lo único que conseguirás es ablandarla.

El acompañamiento que más me gusta para este plato es una buena ensalada de escarola y granada bien fresquita y un buen vino tinto.

También se puede acompañar la carne del cochinillo con un puré de manzana asada.