Ingredientes:
3 manzanas grandes variedad Golden
3 huevos tamaño L
125 g de yogur
1 medida de yogur de aceite. 125 g
3 medidas de yogur de harina de repostería. 220 g
1 medida de yogur de azúcar. 100 g
1 sobre de levadura química
Mermelada (para pintar)
Preparación:
Pelamos 3 manzanas grandes de la variedad Golden. Las descorazonamos y partimos por la mitad. Cada mitad a su vez la partimos por la mitad para laminarla. Las vamos echando en un bol y exprimimos el zumo de medio limón para evitar que se oxiden, además de para darle sabor. En total vamos a utilizar dos manzanas para el relleno y una para decorar. La manzana para decorar la vamos a cortar también en láminas, pero más grandes. Las ponemos en otro bol aparte y le echamos el zumo del otro medio limón.
Una vez que tenemos las manzanas listas, vamos ya con el bizcocho. Cascamos 3 huevos L y los echamos en el bol de la batidora. Incorporamos 2 medidas del vaso del yogur de azúcar y batimos hasta que la masa blanquee y doble el volumen. A continuación echamos 1 yogur griego natural, la ralladura de limón y la medida de aceite. He sustituido el habitual aceite de girasol por un aceite de oliva virgen extra de la variedad Arbequina, queda tremendo. Batimos unos segundos y listo, lo justo para que se mezclen bien todos los ingredientes.
En un bol tenemos 3 medidas de vaso de yogur de harina de repostería, si no tenéis este tipo de harina podéis utilizar harina de trigo normal. Le incorporamos 1 sobre de levadura química o polvo de hornear y mezclamos bien. Incorporamos la harina a la masa en 3 tandas y tamizándolas. Es decir, echamos una tanda y mezclamos con las varillas a velocidad baja. Mezclaremos el tiempo justo para que la masa incorpore perfectamente la harina. Siguiente tanda lo mismo, echamos y mezclamos hasta integrar. Y así hasta completar las tres tandas de harina. Una vez que tenemos lista la masa incorporamos la manzana del relleno y mezclamos bien.
Forramos el fondo de un molde desmontable de 20 cm con papel vegetal y echamos spray desmoldante en las paredes. Volcamos la masa del bizcocho y repartimos bien. Terminamos la tarta decorando la superficie con la manzana que habíamos laminado en finos gajos. La decoración es un poco al gusto. Al horno precalentado a 180 ºC, calor arriba-abajo, durante 60 minutos aproximadamente. A los 40 minutos os recomiendo pinchar el centro con un palillo para ver si la masa está bien cocida. En caso de salir el palillo manchado seguimos horneando de 10 en 10 minutos, hasta que el palillo salga limpio completamente. Y si veis que está suficientemente dorado por encima podéis taparlo con papel de aluminio pasados 30-40 minutos para que no se dore más.
Sacamos del horno y, en caliente, pincelamos con mermelada de albaricoque o melocotón para que nos quede brillante y tenga un aspecto definitivamente irresistible. Dejamos 10 minutos que se atempere y desmoldamos. La dejaremos enfriar totalmente sobre una rejilla. Lo ideal es comerla al día siguiente, pues estará mucho más rica. El resultado es un bizcocho suave y húmedo, muy jugoso gracias a la manzana. Si os gusta también podéis añadirle a la masa una cucharada de canela, ya sabéis que la manzana y la canela se llevan estupendamente. Conservamos el bizcocho a temperatura ambiente tapado con film transparente para evitar que se seque, aguanta perfectamente 3-4 días, si no os lo zampáis antes claro.